RESUMEN INTRODUCCIÓN
EXISTE UNA NECESIDAD
“Estudia
mucho, obtén buenas calificaciones y encontrarás un trabajo bien pagado con
grandes beneficios”. La meta de mis padres era proporcionar una educación
universitaria a mi hermana y a mí, de manera que tuviéramos las mejores
oportunidades de éxito. Cuando finalmente obtuve mi diploma, mis padres habían
logrado su meta. De acuerdo a su plan maestro, fui contratada rápidamente; me
esperaba una larga carrera y un retiro a edad temprana.
Mi
esposo siguió un camino similar. Aunque hemos sido exitosos en nuestras
carreras, éstas no resultaron ser como esperábamos. Ambos cambiábamos de
trabajo varias veces, pero no contábamos con planes de pensión.
Mi
esposo y yo tenemos un matrimonio maravilloso y tres hijos. Dos se encuentran
en la universidad y uno en la preparatoria. Hemos gastado una fortuna para
asegurarnos de que nuestros hijos reciban la mejor educación posible.
Una
vez mi hijo preguntó por qué debía aprender temas inútiles, y le respondí
porque si no lo hacía no podría ingresar a la universidad y obtener un empleo
exitoso. Su respuesta fue que eso no era necesario. Que personas como Michael
Jordan, Madonna o Bill Gates habían llegado a ser exitosos sin terminar una
carrera, y me di cuenta que le había repetido el mismo consejo que mis padres
me dieron a mí. El mundo que nos rodea ha cambiado, pero el consejo no.
Recibir
una buena educación y obtener buenas calificaciones ya no constituye una
garantía del éxito, y nadie parece haberse dado cuenta de ello, excepto
nuestros hijos. Mi hijo continuó diciendo que él no quería trabajar tan duro
como su padre y yo solo para pagar más impuestos y tener más deudas. No existe
seguridad en el trabajo. Los graduados de universidad ganas menos que antes y
no se puede depender de la seguridad social y las pensiones del retiro.
Me
di cuenta que debía buscar nuevas formas de guiar la educación de mis
hijos.
Como
madre y contadora me preocupa la falta de educación financiera en las escuelas.
La mayoría de los jóvenes nunca han recibido un curso sobre el dinero y la
manera de invertirlo; mucho menos cómo funcionan los intereses.
Cuando
mi hijo más grande se endeudó mucho con sus tarjetas de crédito al comenzar sus
estudios, busqué un programa que me ayudara a educar a mis hijos en cuestiones
financieras. Un día, mi esposo me llamó desde su oficina. “Tengo a alguien que
debes conocer. Su nombre es Robert Kiyosaki. Es un hombre de negocios y un
inversionista, y está aquí para solicitar una patente relacionada con un producto
educativo. Creo que es lo que tú has estado buscando.”
Justo lo que yo estaba
buscando
Mi
esposo Mike estaba tan impresionado con Cashflow, el nuevo producto educativo
que Robert Kiyosaki estaba desarrollando, que hizo arreglos para que ambos
participáramos en una prueba del prototipo.
Cerca
de 15 personas, dividas en tres grupos, participaron en la prueba.
Se
trataba del producto educativo que yo había estado buscando. Robert definió a
continuación la "carrera de la rata" para nosotros. "Si consideras la vida de una persona
trabajadora, con educación promedio, sigue un camino similar. El niño nace y va
a la escuela. Los orgullosos padres están emocionados porque el niño destaca,
obtiene calificaciones buenas o regulares, y es aceptado en la universidad. El
niño se gradúa, quizá asiste al postgrado y entonces hace exactamente lo
programado: busca una carrera o trabajo seguros. El hijo consigue un empleo,
quizá como doctor o como abogado, o se integra al ejército, o trabaja para el
gobierno.”
Generalmente,
el hijo comienza a ganar dinero, le comienzan a llegar tarjetas de crédito, y
él comienza a comprar cosas, si es que no lo ha hecho antes. Llega el
"paquete" feliz. Las necesidades de dinero son enormes. La feliz
pareja decide que sus carreras son de importancia vital y comienzan a trabajar
más duro, en busca de ascensos y aumentos de sueldo. Los aumentos vienen, así
como otro hijo y la necesidad de tener una casa más grande.
"Esa
feliz pareja, nacida hace 35 años, está atrapada ahora en la 'carrera de la
rata' para el resto de su vida laboral. Trabajan para los dueños de su
compañía, para el gobierno al pagar sus impuestos, y para los bancos al pagar
su hipoteca y sus tarjetas de crédito.
"Entonces aconsejan a sus propios hijos que 'deben estudiar duro,
obtener buenas calificaciones y encontrar un empleo o carrera seguros'. No
aprenden nada acerca del dinero, excepto de aquellos que se aprovechan de su
candidez, y trabajan arduamente durante toda su vida. El proceso se repite con
la siguiente generación de trabajadores. Ésa es la 'carrera de la
rata'.
La
única manera de salir de la "carrera de la rata" consiste en
demostrar tu capacidad tanto en contabilidad como en inversión, posiblemente
dos de las materias más difíciles de dominar.
La
principal preocupación de Robert era la brecha creciente entre los pudientes y
los necesitados, en Estados Unidos y en todo el mundo. Él sabe que el mundo ha
cambiado, pero no así la educación. De acuerdo con Robert, los niños pasan
varios años en un sistema educativo anticuado, estudiando materias que nunca
pondrán en práctica y preparándose para un mundo que ya no existe.
Si
desea que sus hijos tengan un futuro financiero seguro, no pueden jugar de
acuerdo con las reglas antiguas. Simplemente es demasiado riesgoso. Cuando
nosotros, como padres, recomendamos a nuestros hijos que "vayan a la
escuela, estudien duro y obtengan un buen empleo", a menudo lo hacemos
debido a un hábito cultural. Eso siempre ha sido lo correcto.Actualmente estamos encarando cambios globales y tecnológicos tan grandes o incluso mayores a los que jamás nos habíamos enfrentado.
MI OPINIÓN
Nos cuenta la historia de una
contadora que creció en una familia que desde pequeña le decían que si contaba
con un buen estudio y calificaciones excelentes tendría un trabajo seguro y un
buen nivel de vida.
Y en este caso funciono, ya que
después de concluir sus estudios, tenían un matrimonio y familia con un buen
nivel de vida y buenos trabajos. Pero ahora sentía que la educación de sus
hijos dependía de ella como había pasado con antes con sus padres solo que
había una gran diferencia, que la buena educación ya no asegura un
trabajo. Convirtiéndose esto en un
obstáculo y al mismo tiempo una decepción en sus hijo dándose a notar más en su
hijo que cursaba la preparatoria y que defendía el concepto de que había
personas que se volvían ricas y no por su educación. Es ahí en donde se da
cuenta de que la buena educación y obtener buenas calificaciones ya no aseguran
el éxito y que eso lo sabían sus hijos y tenía que buscar nuevas formas de
guiar la educación de sus hijos.
Su solución fue el conocer el juego
“Cashflow” donde el objetivo básico era enseñarles a los jugadores, educación
financiera. Pero como en todo hay varias opiniones la de la contadora por
ejemplo que logro salir muy rápido del problema que plantea el juego, de una
banquero que a pesar de que llevo cursos de contabilidad nunca supo cómo
aplicarlo en la vida real y un programador al cual el juego no le había gustado
ya que para él la mejor solución era comprar programas que le resolvieran todo.
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